Resiste corazón!

Y todavía me estuve preguntando, por qué tiene que doler tanto!
Resiste corazón, resiste...

He recordado muchas cosas en estas noches, o quizás fueron mis sueños despiertos que me llevaban allí, que se van siempre a ti.

He pedido tanto una segunda oportunidad al punto de intentar renacer y volver a encontrar lo mejor que perdí.
Divagando atrás, recordé que ya nací en esta misma vida una vez más, y no fueron acaso mis objetivos no concluídos los que me dejaron volver; los que rompieron el miedo a luchar y a continuar. Mas, era aquella fuerza misteriosa del destino que en silencio me llevaría hacia ti.
Y nací dos veces, porque aun no había vivido el más profundo suspiro que sentiría mi corazón.

Aquella ciudad, testigo de mi existencia, de mi gran dicha y felicidad, ha sido quien nos encontró con el brillo de una luna perfecta, nuestra cómplice perpetua; en una danza imborrable que baila sin cesar en el salón de la memoria.

Miradas atrapando miradas tenían nuestros ojos cuando se miraban mutuamente, y sonrisas nerviosas disimulaban nuestras emociones. La emoción de conocerte parecía disolverse como se disolvía aquella noche.
Pensé que no volvería a verte...

Y nuestros caminos ya estaban cruzados y comenzaban a ser enlazados, sin ser tú, ni yo, quiénes lo adivináramos. Aparecieron medios y formas de volver a juntarnos, y empezaron nuestros duendes elegidos ha generar la magia que no conocíamos hasta que nos vimos de nuevo.